Ens estem quedant sense Serveis Públics de qualitat:
enormes llistes d'espera en sanitat, transports públics que no
suposen una alternativa vertadera al privat i, a més, insegurs,
grans dificultats d'accedir a la vivenda, .. i tot això en un
bon moment econòmic que ha permet, per exemple, als empresaris
del taulell els guanys suficients per a dedicar-se també al
negoci de l'electricitat.
No diu el discurs neoliberal que per a repartir cal que
hi haja riquesa?.
En compte de repartir millor, en canvi, es prenen
iniciatives legislatives que van en sentit contrari.
El impuesto de sucesión. Juan Fco. Martín Seco .
28 Septiembre 2006
Todos los partidos han iniciado ya la carrera
electoral de cara a las autonómicas y a las municipales. No es
de extrañar, por tanto, que comience también la competición por
ver quién anuncia más rebajas impositivas. El equipo de gobierno
de Madrid ha recordado el plan que lleva varios años ejecutando
de progresiva reducción del Impuesto de sucesiones y donaciones,
y que culminará con la casi eliminación de este tributo en el
2007. A Madrid la han precedido el País Vasco, Navarra y
Santander, y es de suponer que la seguirán otras muchas
Comunidades.
No entraré en la controversia jurídica acerca
de si es o no constitucional la eliminación por parte de una
Comunidad Autónoma de un impuesto estatal cedido. Lo cierto es
que, dada la fuerza centrífuga que en estos tiempos incide sobre
el Estado, no cabe la menor duda de que cualquier Comunidad que
se lo proponga va a dejar, al menos en la práctica, sin
efectividad este tributo. Es más, obligará al resto de
Comunidades a imitarla.
El equipo de gobierno de la Comunidad de
Madrid ha asegurado que la rebaja de este impuesto no
repercutirá negativamente sobre las arcas públicas porque
atraerá negocios y contribuyentes, con lo que se incrementará la
recaudación por los otros impuestos. Sin duda, a corto plazo
tienen razón. Pero ese incremento de recaudación se consigue tan
sólo quitándoselo a las otras Comunidades, y por lo mismo éstas
no podrán consentirlo y no tendrán más remedio que imitar a la
primera que lo rebajó.
Al mismo ritmo que se ha ido afianzado el
neoliberalismo económico, se ha generalizado una ofensiva en
contra del impuesto de sucesiones, lo cual no es de extrañar ya
que esta figura tributaria posee la mayor potencialidad
redistributiva. La herencia constituye la mayor fuente de
desigualdad, una desigualdad radicalmente injusta porque no
parece equitativo que sea el nacimiento el que otorgue a algunos
todas las oportunidades y que a otros les cierre todas las
puertas. Alguien tan poco sospechoso como Alexis de Tocqueville
señalaba la importancia que las leyes sobre la herencia tienen a
la hora de hacer una sociedad más igualitaria y más justa.
El impuesto de sucesiones constituye uno de
los principales instrumentos en la tarea de paliar esta
injusticia radical, al tiempo que impide la acumulación
progresiva de las riquezas en unas pocas manos. Si no se
cumplieron las previsiones de Marx acerca de la acumulación
capitalista fue porque el capitalismo supo reaccionar a tiempo e
introducir en su sistema correcciones importantes como la de una
imposición progresiva. No es de extrañar, por consiguiente, que
hace aproximadamente cinco años ciento veinte multimillonarios,
a cuya cabeza figuraban Soros, Warren Buffet y William Gates, el
padre del creador de Microsoft, firmaran una carta pidiendo que
no se eliminase el impuesto de sucesiones tal como Bush había
prometido.
Todos los hacendistas, hasta los más
liberales, han creído en la equidad de este impuesto. Es más,
autores como Hayek o Mises tendrían que aceptar que su prédica,
acerca de que la economía de mercado es el sistema más justo
porque concede a todos igualdad de oportunidades, hace agua ante
la profunda desigualdad en el nacimiento, si no hay instrumentos
que la corrijan aunque sea mínimamente.
Los detractores del impuesto acuden a su
argumento preferido cuando se trata de atacar cualquier tributo
progresivo. Según ellos, sólo recaen sobre las clases medias,
porque los muy ricos los eluden con distintas artimañas; pero lo
que no dicen es que han sido ellos mismos los que han propuesto
y permitido los agujeros legales que propician tal elusión.
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