Levante-EMV, Gandia
21 Febrero 2007
M. Pérez, Gandia
«Hemos oído un crujido y hemos avisado de
inmediato a los vecinos para que salieran del edificio». Así se
explicaba uno de los obreros que, ayer tarde, logró salvar su vida y
la de los pocos inquilinos que habían en un edificio Gregori, de
tres plantas, en la playa de Gandia que a los pocos minutos se
derrumbó casi por completo.
Se trata de un inmueble de tres alturas que
alberga seis viviendas, ubicado en la calle Illes Canàries, a
escasos metros de la primera línea de la playa de Gandia.
A las cuatro menos cuarto de la tarde de ayer,
los dos obreros estaban en la planta baja cuando se percataron de la
existencia de una grieta, a lo que siguió un gran crujido. Esto,
según explicó uno de los propietarios del edificio, «les puso en
alerta. Estaban remozando la parte de abajo para saber la extensión
cuando la grieta fue a más, seguida de un fuerte crujido. No se lo
pensaron dos veces y llamaron a todos los timbres para desalojar el
edificio en previsión de males mayores. Y eso ha evitado una
desgracia».
Inmediatamente centenares de kilos de escombros
caían sobre la planta baja, dejando al descubierto tres plantas del
edificio y arrastrando consigo neveras, camas, armarios, puertas y
paredes.
Entre las personas desalojadas y que salvaron
milagrosamente su vida se encuentran dos chicas, vecinas de
Carcaixent, que trabajan en el supermercado de enfrente del edificio
y que tenían alquilado el tercer piso para, así, evitar
desplazamientos a su municipio natal, según informó ayer el alcalde
de Gandia, José Manuel Orengo, quien se personó en el lugar junto
con concejales, técnicos municipales, Policía Local, Nacional,
Bomberos y SAMU.
El propio alcalde confirmó que «se estaban
realizando unas obras de acondicionamiento en la planta baja cuando,
al oír el crujido, avisaron a las chicas y pudieron salir. Han sido
alojadas en un hotel cercano ante la imposibilidad de volver a su
vivienda». Sobre las ocho de la tarde de ayer, los familiares de
estas dos jóvenes llegaron de Carcaixent a Gandia para interesarse
por las jóvenes y por lo ocurrido.
La tercera persona que residía en el edifico se
encontraba fuera en esos instantes, a escasos metros del lugar, y
regresó al escuchar el estruendo. La mujer, de unos cuarenta años,
se puso nerviosa al ver el inmueble derrumbado y solicitó la ayuda
de los Bomberos para acceder a su vivienda porque en su interior
estaba su perro.
Al cierre de esta edición continuaban las tareas
de desescombro de la zona afectada.
Comentarios:
Mandar comentario