INICIO   

Historia del centre comercial ER

Historia del centre comercial EROSKI

Capitulo 2 EROSKI EN CARCAIXENT

ÍNDICE 

 

Ciudad, capitalidad y territorio (y 10)

Pascual Vernich

Después de tanto tiempo, todavía hay gente que  pierde la compostura por  defender la ubicación ideal del centro comercial  en su pueblo, basándose generalmente en un puro sentimentalismo chovinista más que en la racionalidad. Pero todas las cosas tienen razones económicas, administrativas y sociales sobradamente documentadas que justifican las decisiones que sucesivamente se asumieron. De nada sirve lamentarse y lo que sería conveniente es que aprendiéramos todos de la historia en lugar de lanzar bulos injustificados.

 

Hagamos un análisis simplificado. En primer lugar para abordar decisiones empresariales de esta envergadura se recurre a estudios socio-económicos de gran alcance encargados a empresas especializadas. Se analiza un área de afección de unos veinte kilómetros a la redonda con una población cercana a los doscientos mil habitantes para evaluar la población potencialmente usuaria del complejo comercial en cuestión. Plantear, como alguien pretende,  el problema a nivel local es un absoluto despropósito. Por ello, tanto Alzira como Carcaixent como cualquier otro pueblo de la comarca, quedan muy lejos de estas cifras y magnitudes para que puedan pavonearse los unos frente a los otros.

Para facilitar la afluencia de consumidores, es fundamental comprobar el potencial de comunicaciones de toda el área, condición que cumplen las dos ciudades tras la construcción de la Avenida de La Ribera y más aún cuando se complete el enlace con la CV-50 previsto y , a mayor abundancia,  la variante oeste de Carcaixent también proyectada. Pero no olvidemos que también podrían cumplirla otros pueblos situados en la autovía Valencia-Madrid o cerca de la AP-7 cómo Algemesí.

Se estudia, como es lógico, la repercusión de la competencia en el sector que, como es obvio, en ambos casos es la misma y, siendo  de sobra conocida, no necesitamos señalarla.

En condiciones objetivas similares obtiene una ligera ventaja relativa la circunstancia de la capitalidad comarcal de Alzira, tanto por historia como por población, tal como se propuso al principio.  Pero la capitalidad en este caso reúne unas peculiares circunstancias que la diferencian substancialmente de otras cabeceras comarcales cómo Xátiva o Gandía sin ir más lejos.

Tanto Xátiva en La Costera, cómo Gandía en La Safor, se sitúan al doble de  distancia de  Valencia que Alzira, llegando a ser incómodo el desplazamiento a la gran ciudad y por ello se constituyen como nodo de atracción comarcal relativamente mucho más fuerte que el de Alzira con respecto a su comarca. Aquí la gente acostumbra desde siempre a desplazarse a Valencia con mucha más facilidad, lo que debilita la competencia de la principal ciudad de La Ribera..

Por último, Alzira se encuentra rodeada de núcleos urbanos  con una importante población relativa, como Carcaixent y Algemesí, a dos y cuatro kilómetros de distancia respectivamente, con tendencia a configurar una conurbación, a lo que habría que añadir recientemente Guadassuar y L’Alcudia con una voluntad de afianzamiento indiscutible.

Por todo ello, cuando analizamos una implantación económica importante es decisivo tener en cuenta una estrategia territorial global que trasciende en mucho el ámbito de una sola ciudad y con mayor razón, la dimensión de ciudades, todas ellas pequeñas, cómo las que estamos analizando. Los factores a contemplar son múltiples y variados. Considerarse el centro indiscutible del universo comarcal no deja de ser un autoengaño y un anacronismo de graves consecuencias, poco práctico incluso para el propio desarrollo, como acabamos de ver.

Algo parecido le sucedió a Denia, capital de La Marina Alta. Durante mucho tiempo estuvimos intentando implantar un gran centro comercial en el municipio con la viva oposición de los comerciantes locales apoyados por la demagogia de los políticos de turno. Los dianenses confiaban, como los de Alzira, en la absoluta supremacía comarcal  del antiguo reino de taifas, pero se equivocaron. En la época de la globalización y del automóvil, la importancia turística de Denia no era un dato decisivo, ni tan siquiera el volumen de población local, sin embargo lo eran las comunicaciones, la población flotante comarcal  y la notoriedad del acceso. Al final construimos un centro comercial de grandes dimensiones en Ondara, un municipio de la comarca situado a diez kilómetros de Denia y de tan solo seis mil habitantes, pero nudo de comunicaciones entre la N-340 y la AP-7. Lo bautizamos como Portal de La Marina y se ha consolidado como uno de los centros de mayor afluencia de consumidores de la zona.

Si, por otra parte, tenemos en cuenta que en la Comunidad Valenciana existen más de quinientos municipios independientes entre sí y que la gobernanza del territorio aconseja una planificación global y una reducción administrativa con una distribución racional de funciones y oportunidades, suenan a ecos tribales estos planteamientos localistas.

Tenemos que reconocer que los tiempos han cambiado y con ello el concepto del mundo que ya no puede verse desde el campanario de Santa Catalina o desde lo alto de la Parroquia de la Asunción de Carcaixent, si no es para analizar en colaboración el territorio común que debemos desarrollar. 

La importancia de llamarse Alzira ya no es la misma. Estamos orgullosos de nuestra ciudad, de la ciudad de Alzira, pero hay que planificar para todos  y como mínimo a nivel comarcal, pero incluso  la Comarca de La Ribera se nos queda estrecha. El mundo es mucho más pequeño que hace tan sólo veinte años. 

Seamos realistas.

Pasqual Vernich

 

 

Protección de datos

Aviso Legal

© 2002/2024 decarcaixent.com

Joanot Martorell, 1 46740-Carcaixent

Tel.  629 74 21 54