En Octubre del mismo año,
Grande comunicó a Eroski que no procedería a
la modificación puntual del Plan General
mientras la COPUT no aprobase la nueva
revisión del mismo, tramitada anteriormente.
En esta revisión todavía no se contemplaba
la implantación comercial de Vilella por lo
que la espera se podría prolongar un par de
años más en el mejor de los casos.
Centro Comercial en Huerto de Redal
Inasequibles al desaliento, a
finales de año, se propuso un nuevo convenio
al Ayuntamiento sobre los terrenos del
Huerto de Redal. Esta nueva ubicación
mejoraba sensiblemente las condiciones de
inundabilidad y de conectividad anteriores,
facilitaba los trámites urbanísticos al
tratarse de suelo urbano y al mismo tiempo
resolvía graves problemas económicos al
municipio y constituía una notable
aportación a la imagen urbana de la ciudad.
El CEDEX cifró en 0,80 metros el calado por
inundación para 500 años de recurrencia,
casi cinco metros menos que el de Les Bases
y menor que la mayor parte de la ciudad. .El
propio Ayuntamiento reconoció públicamente,
en Abril de 2001, que la nueva propuesta
abarataba las infraestructuras al menos en
un cuarenta por ciento, pero continuó sin
decidirse a aprobar el nuevo convenio que
mantenía paralizado desde finales del año
anterior.
Vista aerea del Huerto de Redal
Se estudió en ese momento la
construcción del centro comercial en el
Huerto de Redal rodeado por el meandro del
río Júcar, donde se propuso la cesión
gratuita al Ayuntamiento de 70.000 metros
cuadrados destinados a parque urbano público
y se ofreció la donación de 250 millones de
pesetas para la construcción de este parque
fluvial. El centro comercial dispondría de
una superficie comercial de unos 84.000 m2.,
donde además del hipermercado, locomotora
del centro, se instalarán 45 locales
comerciales, con preferencias y
bonificaciones para los comerciantes de la
ciudad y para el empleo local. Se completaba
la oferta con una zona de ocio que incluía
una sala de multicines, restauración y
juegos. Además un aparcamiento público y
gratuito para 1.200 plazas con una estación
de servicio.
Por último y completando las
propuestas anteriores, se ofreció al
Ayuntamiento construir una pasarela peatonal
sobre el río Júcar con un diseño
espectacular, que enlazaba la Estación de
RENFE de Alzira con el centro de la ciudad a
través del parque fluvial y del complejo
comercial. Todo ello, centro comercial y
urbanización, con un presupuesto estimado de
unos 12.000 millones de pesetas.
Si a los 250 millones de
donación para fines públicos, sumamos la
nada despreciable suma de unos 300 millones
más en concepto de tasas e impuestos por
licencia de construcción, más los
correspondientes a las obras de los 45
locales comerciales, multisalas de cines,
locales de restauración y de ocio y otros,
podemos fácilmente alcanzar la cifra de unos
mil millones de pesetas de entonces.
Cantidad que deja de percibir el
Ayuntamiento de Alzira en primera instancia,
con el suma y sigue de licencias de apertura
e impuestos anuales por actividades
económicas y el factor de crecimiento
inducido sobre la economía y el empleo
local.
Vista desde la estacion
Pero siendo esto grave, no lo
es menos la reclamación pendiente por la
propuesta de desclasificación de esta zona
urbana en el nuevo Plan General que se eleva
a unos 2.000 millones de pesetas y que el
Ayuntamiento acabará teniendo que pagar.
Convencidos de que la máquina de hacer
dinero, el urbanismo, se mantendrá
indefinidamente, dejaron pasar esta
magnífica ocasión que les brindaba el
proyecto de Eroski, porque seguramente
pensaron que siempre se podría compensar a
los propietarios con terrenos edificables
llegado el momento. Pero la burbuja
inmobiliaria reventó un poco más tarde y con
ella se esfumaron las soluciones facilonas
que propiciaron las gestiones “exitosas” de
la década prodigiosa y los alcaldes dejaron
de ser esos genios de las finanzas.
Finalmente en Julio de 2001,
Eroski presentó ante el Ayuntamiento y la
prensa un dosier informativo del centro
comercial con planos y cifras, informe
jurídico sobre la idoneidad urbanística de
los terrenos suscrito por reconocidos
especialistas, informe sobre inundabilidad
de la CHJ y conclusiones del CEDEX sobre
modelos informatizados de riadas máximas,
planos iniciales del Centro Comercial,
maqueta volumétrica y realidad virtual.
Realizado este último y
costoso esfuerzo, anunciamos al Ayuntamiento
de Alzira que tras el verano iniciaríamos
los contactos oficiales con otros municipios
de la Comarca si no recibíamos una
contestación clara y documentada para la más
rápida aprobación del proyecto.
A partir de entonces Carcaixent se situaría
como nuestra primera opción tras Alzira
aunque, a decir verdad, nadie de allí se
había interesado lo más mínimo por hacerle
la competencia a la capital de La Ribera.
Pasqual Vernich |